El pequeño Nicolás
{El pequeño Nicolás}
para la exposición FRANCIA, UNA MIRADA ILUSTRADA de la Feria del Libro de Valladolid 2019, recordando grandes obras de la literatura infantil y juvenil francesa.También es el 60° aniversario del primer libro de esta serie formidable escrita por René Goscinny maravillosamente ilustrada por Sempé, que marcó mi infancia.
Prevención de la violencia de género y educación en igualdad en las familias
PATHOS
Somos seres discursivos. Es la característica definitoria de nuestra especie y nuestra principal cualidad y condena. Al margen del discurso, carecemos de herramientas para sobrevivir en una naturaleza que nos sobrepasa en lo meramente físico. Somos el mono desnudo, un bípedo implume sin garras ni colmillos. Nuestra única defensa es la argumentación y la estrategia razonada.
Aristóteles estableció la base de esa razón discursiva en tres pilares que asentarían los principios de la retórica. El primero de esos cimientos lo constituiría el ETHOS, la capacidad del orador de atraer nuestra atención y de hacer que creamos que sus palabras son sinceras y veraces. Otro estadio vendría dado por el LOGOS, la estructura lógica de lo que el ponente nos cuenta. Pero estas dos secciones del discurso carecen de potencia sin el PATHOS. De nada sirve que alguien nos transmita un mensaje cabal y estructurado si este es incapaz de generarnos un sentimiento.
PATHOS se convierte, así, en el desencadenante clave de la comunicación mediando entre la presencia de un transmisor y su mensaje, provocando una emoción (sea esta cual sea) en quien lo recibe.
PATHOS es un momento estético, un instante, una luz, una composición. Es una llamada de atención que nos obliga a detenernos y mirar dos veces un paisaje que, de otro modo, nos sería cotidiano y anodino. No es nada especial; es un todo emotivo. Algo desmotivado en tanto que carente de objetivo práctico más allá de la propia emoción del instante observado y que un individuo quiere transmitir a los otros.
Esta muestra que el autor nos propone constituye una ofrenda de emociones personales experimentadas en el momento de captar cada escena fotografiada. Dependerá de la disposición y ánimo de quien las observa que esa afectación originaria sea recibida o no. En cualquier caso, «toda palabra es un prejuicio» y hay que enfrentarse a esta serie de imágenes con el despropósito de observar y percibir sin buscar más argumentación ni resultado que la contemplación compartida de un momento. Pasen y vean.
Nuria Galicia Pérez
Alejandro, autor de esta exposición, me habló en una ocasión, refiriéndose a la fotografía, igual que el protagonista del relato «La aventura de un fotógrafo» de Italo Calvino. Me dijo que solía sacar fotografías porque disponía de una memoria limitada y necesitaba hacerlas para recordar algunos momentos que, de lo contrario, se perderían en el limbo. Lo relacioné inmediatamente con Antonino Paraggi, quien en el citado cuento exageraba sosteniendo que solo se puede vivir si construyes recuerdos a través de la fotografía, ya que todo aquello de lo que no se toman imágenes se olvida o se transforma.
Ambos personajes, uno real y otro de ficción (o al revés) nos ayudan a reflexionar sobre la importancia de captar imágenes imperecederas. Con la fotografía, ese momento ya no puede cuestionarse. Y así ocurre con cada una de las fotografías que componen esta exposición, cuyo valor, ya anticipado con el título, reside en la seducción.
Detrás de cada instantánea, Antoraz nos introduce en una historia. Cada fotografía luce plena de interrogantes, de contrastes dentro de la realidad, una princesita de ojos azules, una bruja y un mago pensando nubes, un barco que no puede navegar o mi preferida, donde ocurre tanto a la vez que resulta imposible encajar las piezas.
Si es verdad que quien observe cada fotografía de PATHOS descubrirá una historia, nunca se sabrá, pero lo único cierto es que Antonino, digo Antoraz, al disponer de imágenes, nunca olvidará ni transformará cada historia de esta exposición.
David Rodríguez Gómez
Chiquito cumple 85 años
Hoy, 28 de mayo de 2017, Gregorio Esteban Sánchez Fernández cumple 85 años.
En 2007 realicé esta ilustración y la publico ahora aquí para felicitarle.
En 2007 realicé esta ilustración y la publico ahora aquí para felicitarle.
¡Grande Chiquito!
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